Con los políticos, ni un brindis
Lamento tener que hacer un inciso entre ferias y degustaciones para dejar estas opiniones acerca de los políticos, que seguro que muchos de los lectores, compartís.
Que la conclusión sea que se han de hacer cambios en política. Desde luego, los políticos han de procurar hacerse querer más con sus acciones. A mí me parece que una manera de hacerlo es no tener sueldos vitalicios (ni gastar excesivamente en viajes, coches y demás parafernalia), porque el resto de gente no los tiene. Estar muy bien preparados con carreras de economía, políticas y lo que haga falta, y realmente, sabiendo hacer lo mejor. Me resulta primordial que sean humildes y no se pasen de hablar en nombre de España, que a los recién llegados, les queda grande, como a cualquier hijo de vecino, realmente.
Pues lamento decir esto:
No brindo con los políticos porque:
*Al dedicarse a la política, muchos dejan de ser como eran antes.
Como decía una canción de mi generación de un grupo vasco: “era un hombre y ahora es un poli”. Sucede algo similar en su caso.
*Sus discursos, salvo excepciones, tienen una gran falta de espontaneidad y de naturalidad que me repele.
*Igual que a un mal actor: hay a los que se les nota mucho que actúan.
*Muchos mienten. ¡Eso es lo peor!
*¡A muchos les falta formación! ¡Formación puntera, no cualquiera!
*No se debería permitir que cualquier persona se pueda presentar a político, como no se permite en cualquier otra profesión. Un arquitecto tiene carrera, un médico tiene estudios, un ingeniero también, entonces, ¿por qué ellos no? Si no sabes, mejor no hagas, en todos los ámbitos.
*Se han olvidado de que están para lograr el bienestar social, que no el suyo particular o de su partido.
*No es positivo que tengan demasiado ánimo de lucro en su profesión y se olviden de que son trabajadores como el resto.
*Son demasiado partidistas.
*Su labor no debería ser cuestión de ideología sino de hacer las cosas bien, con conocimiento.
*Se escudan en los votos de los ciudadanos pero muchos ciudadanos no sabemos qué votar o no sabemos a quién votamos realmente. Que no se engañen.
*Además hay dirigentes que se meten por la cara.
*Siempre se critican entre ellos. Es patético.
*Prometen cosas que no cumplen cuando están en el poder. Sino a ver por qué hay quien no dijo nada de la independencia de Cataluña hasta que llegó a presidente y entonces la promovió. O quien decía que no había derecho de que la casta tuviera tanto dinero y lo primero que hizo fue comprarse un chalet al llegar al poder.
¡No brindo con ellos!
Nos tienen a todos muy enfadados.
*Deberían quitarse importancia. Lo de creerse importante o protagonista en este caso les sienta fatal. ¡Trabajen como todos! Más tecnocracia y menos ideología de la vida, que ésta les va bien a unos sí y a otros no.
*A veces se les nota estresados por ese poder que les queda grande y les pone nerviosos a todos.
*En los pueblos, los políticos tienen la ventaja de ser más cercanos al entorno así que espero que lo defiendan.
En cambio, muchos alcaldes han perjudicado el entorno, por ejemplo, cuando han permitido construir en zonas verdes y otras, que estaban protegidas o destinadas a otros usos. Vaya lástima haber consentido eso por dinero. Lo dicho: el amor a lo que te rodea es fundamental y los que tengan poder sobre éste deberían tener ese amor y respeto (lo que incluye fundamentalmente respeto a lo natural) porque de lo contrario pueden hacer barbaridades como la que ha hecho Jair Bolsonaro en Brasil: ¡quemar la selva del Amazonia para poner cultivos! Cargarse cantidad de especies vegetales y de especies de animales. Y desgracias similares. En España tenemos urbanizaciones en medio de sitios que no tienen infraestructuras adecuadas, como Seseña, en Toledo, porque ha habido constructores, algunos sin estudios, que han logrado permisos por vía de la corrupción.
El amor al entorno debe de ser próximo y debe implicar conocimiento de la importancia del medio ambiente.
En fin, que se atraganta uno cuando escucha hablar a un político.
-¿No entra bien como un cava, la noticia?
-No, no.
Recuerden políticos, los que de verdad mueven la actividad son los ciudadanos y lo que nos antecede a todos es la naturaleza.
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Plantearse un reto y tener una ilusión,
¡Fundamental parte de la gracia de la vida!
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